Yo apuntaba maneras. Las tenía todas para ser asmático. Tuve incluso una bronquitis asmática un año, muy jaleada por los médicos, amigos y familiares. No era de tapa dura pero cumplía todos los síntomas de la enfermedad.
Y me vacuné para evitar que triunfase. Me metí los bichos esos en pequeñas dosis a través de pinchazos y más pinchazos durante algunos años.
No sé, quizás me equivoqué. Ahora, sería como Benedetti, como Proust o como el Che, un asmático más.
Y compartir con ellos, al menos eso.
Hay que ver de todos modos cómo evoluciona la vacuna porque a pesar de ella, a veces, cuando escribo sigo notando que me falta el aire.