España
Manuel Vilas
Colección
los Cinco Elementos nº 52
DVD Ediciones.
Barcelona 2008
240 páginas
ISBN 9788496238718
España, de Manuel Vilas, es un libro que
quería leer hacía algunos años, concretamente desde el 2008 cuando se editó y
que hasta ahora, ha estado en ese mítico estante de libros pendientes de leer
que todos tenemos. Algunos, acaban cayéndose al vacío fruto de la ignorancia o
del olvido, o de ambas cosas. Otros, como éste, sin embargo son indultados por
el efecto resucitador de nuestra lectura, ya sea por pura casualidad o por la causalidad,
más pura aún, o por ambas cosas. Yo empecé a leer a Vilas con Zeta, editado también por DVD Ediciones,
y me cautivó. Seguí, no hace mucho, con Aire
nuestro, Alfaguara 2009, y me cautivó y me desconcertó. Después, este
verano, había empezado con Los
inmortales, Alfaguara 2012, y cuando llevaba, quizás cincuenta páginas y
empezaba a volverme loco, o precisamente por eso, la lectura quedó interrumpida
por un accidente inaudito en mi; me dejé el libro en el asiento del AVE.
España, como Zeta, es un libro de relatos que conforman una novela, o una novela
compuesta de diferentes relatos con un objetivo común, en Zeta quizás era convertir a Zaragoza en un universo y en un
personaje propio y aquí, en España, cargarse,
a la vez que reinventarse la idea de este país entrañable, convulso, mal
avenido, un país que a lo mejor necesita desmoronarse como un polvorón sin
apretar en la palma de la mano, para volver a ser algo que valga la pena en
libertad.
Pero a
mí me gustaría hablar del libro, de su condición literaria y como otros ya lo
han hecho muy bien, yo no sé cómo hacerlo. No es fácil hablar de un libro de
Manuel Vilas. Ahora mismo solo se me ocurre una manera y es la siguiente.
Como el
propio Vilas dice, hay que arriesgarse, irse a los extremos. Pues ahí van los dos
extremos. Porque habrá lectores, críticos y lectores críticos que dirán que España es una gamberrada, un libro
desconcertante y desordenado, un fuego de artificios o un festival de fuegos
artificiales, una tomadura de pelo, a mí
déjame de historias, hay cosas de este libro que no hay quien las entienda…
Y luego están los que pensarán que España es el molde de la nueva forma híbrida de escribir, moderna,
post moderna y ultra moderna sin renunciar al cuidado de un lenguaje elaborado,
connotativo y sugerente, directo y sin artificios. Los que pensarán que España representa un estilo propio y
original sin iguales en nuestros tiempos, un universo e imaginario crítico y
preclaro, la literatura del futuro.
Y yo me
voy a quedar callado porque lo único que quiero es seguir leyendo a Manuel
Vilas y abandonar así mi cerebro, al más absoluto placer. ¿Hay mejor elogio que
entregarte definitivamente a la lectura de un escritor, y no saber con
precisión todos los por qué, ni saber además la poca falta que hace?
Por otra
parte, debo decir que esta lectura también quiere ser un homenaje al gran
editor, Sergio Gaspar, ése que ha cerrado su editorial DVD ahogado, engullido
por las fauces del monstruo del sector. Ése que fue, creo, el primer editor de
Vilas, ése que en una conversación de café de apenas media hora, me enseñó
algunos flashes de su lucidez literaria. Ése editor que, a menos que como los
toreros, vuelva alguna vez a los ruedos, y tengamos una buena suerte otra tarde
a las cinco, ya nunca será mi editor.
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