Dialogando en el Café Salambó

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jueves, 3 de enero de 2019

El túnel, de Ernesto Sabato

El túnel
Ernesto Sabato
Barcelona, 1ª edición de junio de 2018
Colección Biblioteca Breve. Seix Barral
Editorial Planeta S.A.
ISBN: 978-84-322-3388-3



El túnel es una de esas novelas que leí hace demasiado tiempo, me pilló demasiado joven y poco atento. Esta edición especial de Seix Barral para conmemorar el septuagésimo aniversario (1948-2018) de su primera edición en Argentina, me ha servido en bandeja una excusa para la relectura. Además, esta edición conmemorativa se cierra con unas reflexiones del propio Ernesto Sabato y el expediente de la censura española puesto que aquí no se publicó hasta pasados veinte años de su aparición inicial.


Esta obra magistral sobre el amor anulador y su esquizofrenia abre el fuego con una primera línea de esas demoledoras y arriesgadas. Un inicio que es la confesión del protagonista y que obliga al autor a fiárselo ya todo al desarrollo milimétrico, casi obsesivo de la sicología del personaje: Bastará decir que soy Juan Pablo Castel, el pintor que mató a María Iribarne;...
A partir de ahí la novela corta de unas 150 páginas relata los efectos devastadores de los celos y de la posesión física sobre un amante que no podrá remediarlos y será arrastrado a las catacumbas de la enajenación, aunque la obra contiene otras muchas líneas de análisis sobre las conductas humanas. Así, a la pasión desbordada hasta la esquizofrenia del amante o la obsesión enfermiza del sexo como puente a la felicidad, se unen la inseguridad, el miedo a la soledad del individuo, la libertad y su ausencia, la culpa y el perdón irracionales.
Lejos de la mojigatería de la censura franquista, más ocupada en lo superficial de la entrepierna que no las aristas de lo emocional llevado a un extremo patológico, El túnel, trata un tema y lo hace de una forma, que hoy provocaría si no la censura, sí cuando menos la prudencia de cualquier editor. Basta imaginar que Ernesto Sabato fuera ahora una joven promesa de las letras que ofreciese una novela como esta para señalar al machista sicópata. La novela expone con crudeza un caso de maltrato de género, esa lacra de nuestra sociedad, ese tema universal a veces maravillosamente llevado a la literatura, y que solo a la buena literatura, como pura ficción, debemos perdonárselo.
            Y mientras tanto algunos se escandalizarían, convivimos con tribunales que dejan campar a sus anchas y con riesgo de fuga a violadores victimizados por la barbarie del sistema. Leen poco, o nada.


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